En las páginas anteriores comenté que aunque alguien sea muy buen estratega no le podrá sacar provecho a un juego porque se trata de eso, de un juego, y como programa que es tendremos que adaptarnos y conocerlo a fondo para estar en ventaja. No quiero decir con esto que yo sea un erudito de este Medieval II pero sí que a veces encuentro cosas muy interesantes y que creo les puede venir muy bien a los amantes de la Saga Total War. En esta página trato de explicar una estrategia que difícilmente llevará a cabo alguien que acaba de empezar a jugar a la Saga Total War, a no ser que le salga sin querer, porque como cualquier juego de este tipo cuesta adivinar que hará el programa ante ciertas situaciones.
Esta táctica se basa en que si atacamos un enclave con tropas suficientes las fuerzas que lo defienden esperaran el asalto y si hay tropas enemigas cercanas participaran en la batalla una vez comience ese asalto. Pero también ocurre lo contrario, o sea, si atacamos a una tropa que está cercana a un enclave, las tropas de ese enclave también participaran en la batalla como refuerzos, pero lo más importante es que en este último caso la batalla se producirá inmediatamente y todo se resolverá en el mismo turno. Eso significa que si ganamos la contienda y eliminamos absolutamente a todas las unidades, el enclave quedará vacío y tras la batalla y en un mismo turno entraremos sin ningún tipo de resistencia y sin hacer falta esperar para construir escalas u otro tipo de artilugio de asalto a murallas.
Fig 1. La imagen muestra el segundo turno de la Campaña Española. Tenemos a dos Generales encargados de hacerse con Córdoba, no disponen de Maquinaria para realizar el asalto inmediatamente así que tendrá que asediar, construir por ejemplo escalas, y al siguiente turno asaltar. Pero nos damos cuenta que muy cercana al enclave hay una tropa enemiga situada en un puente. Lo primero a tener en cuenta es que para hacer esto en dos turnos tenemos que recorrer la máxima distancia en cada turno así que hemos separado a los Generales del grueso de los ejércitos ya que su caballería recorre mucha más distancia que la infantería.
Fig 2. En los primeros turnos de las campañas las Tropas Mercenarias suelen estar mejor preparadas que las ya situadas sobre el mapa, así que las utilizaremos para el ataque y conquista de Córdoba y las que vienen en camino para reforzar su defensa una vez conquistada. Como sabemos que la infantería es más lenta que la caballería reclutaremos a las tropas de Mercenarios una vez que el General a llegado a su destino.
Fig 3. Hemos dejado una Tropa de Ballesteros Mercenarios para que la contrate el otro General. Este General participará en la batalla junto al otro y nos hará falta una tropa adicional que no participará en la contienda y que se hará cargo de entrar en el enclave una vez eliminadas todas las tropas que lo defienden. ¿Por qué hacemos esto? Porque resulta que las tropas, tras haber marchado a la batalla habrán agotado sus movimientos y no podrán dar ni un paso más, ni tan sólo medio metro, por lo que no podrán terminar la faena entrando en Córdoba.
Fig 4. Atacamos al ejército enemigo del puente y así las fuerzas del enclave participaran en la batalla, que es lo que verdaderamente nos interesa. La imagen muestra como a excepción de los Generales, todas las tropas son Mercenarias que como muchos sabréis, tanto su contratación como su mantenimiento son superiores a las demás tropas. Arriba se ve la de Ballesteros que tal como hemos dicho, no participará en la batalla y sólo la hemos reclutado para que entre en el enclave una vez que esté libre de enemigos. Observamos un Diplomático Moro cercano. Dejar tropas sin Generales al mando no es lo adecuado ya que los Diplomáticos enemigos suelen persuadirlas para que pasen a su facción o para que se vuelvan Ejércitos Rebeldes. De todos maneras en esta ocasión no hay este tipo de problemas porque en un mismo turno las meteremos en el enclave conquistado. Sí podemos tener problemas con las que vienen de refuerzo desde Toledo, aunque también hay que tener en cuenta que como estamos en el inicio de campaña todos los diplomáticos situados en el mapa no tienen mucha experiencia y por lo tanto tendrán menos probabilidades de éxito en este tipo de misión.
Fig 5. Lo que queda es que salga bien la batalla porque basta que tan sólo un soldado enemigo logre escapar para que se vaya a la mierda todo porque conseguirá refugiarse en el enclave y al final, después de tanto lío, tendremos que asediarlo y esperar al siguiente turno para su asalto y conquista. Tiene guasa que un sólo pringado pueda defender todo un enclave, pero ya he comentado muchas veces que tenemos que adaptarnos al juego, sea éste u otro, por muy ridículas que pueden parecer algunas situaciones.
Fig 6. Tras la contienda y después de eliminar todas las unidades contrarias, nuestra Tropa de Ballesteros, única que no a participado en la contienda y que aún no se a desplazado es la encargada y la única que puede introducirse en el enclave, ya sin ninguna tropa enemiga. Entran sin resistencia y en este mismo turno.
Fig 7. La estrategia creo que es buena, y si la podemos aprovechar en el inicio de una Campaña, como la Española, pues será estupenda ya que España se encuentra en una situación delicada al estar rodeada en todos sus frentes y encontrarnos con un enclave de más tan sólo en el segundo turno nos dará una posición inicial mucho más solida. Por una parte nos permitirá engrosar nuestras arcas y así engrosar nuestros ejércitos, y por otra, no menos importante, es que hará el efecto contrario en el adversario, o sea, debilita sus arcas y sus posibilidades militares. Si el enclave es de calidad, como el de Córdoba, pues mejor.
Decir por último que en los foros que hay en la red dedicado al Medieval II u otra entrega de la Saga Total War, suelo indicar que el juego no se deja entender y que para llegar a conocerlo a fondo se necesitarían bastantes partidas y observación, y aún así cuesta. Por ejemplo, es ilógico que tras la batalla anterior y habiendo comprobado sobre el terreno que hemos eliminado a todas las unidades enemigas nos salga una ventana preguntándonos que hacer con los rehenes que hemos capturado. Lógicamente, y como sabemos que nuestra misión es dejar el enclave sin enemigos, daremos la orden de eliminarlos, pero en principio no es razonable que esto suceda, y más cuando puede que tras la contienda hayamos accedido a la ventana de Estadísticas de la Batalla, donde se nos indica que todos han sido eliminados.
Con los movimientos pasa igual, nunca es segura la distancia que se nos dice que pueden recorrer las tropas, y esto adquiere importancia a la hora de fusionar ejércitos asaltar enclaves, etc... Pero bueno, lo dicho, es un juego, así que a jugar.
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