Estamos en el turno 11 de la Campaña Española. Hemos eliminado a los Portugueses y nos dirigimos hacia los enclaves Rebeldes de Zaragoza y Valencia. Tenemos los enclaves de Córdoba, Granada y Argel y nos disponemos a avanzar hacia África para eliminar a la facción Mora haciéndonos con el único enclave que les queda.
En la Península tenemos dos Fuertes impidiendo el acceso a la península. Uno de estos fuertes se encargó de proteger el asedio que hicimos a Granada, o sea, lo colocamos en medio del enclave y de las tropas Moras que había cercanas, y una vez que conquistamos Granada metimos las tropas en el Castillo. Como aún no disponemos de muchas tropas los Fuertes se apoyan en caso de asedio y si uno de ellos es atacado las tropas del otro acudirán en su ayuda. La estrategia salió bien y los Moros se retiraron hacia África.
Fig 2. Los Moros no tienen ganas de guerra pero si otros. Nos ha aparecido un ejército en tierras de Córdoba. En principio no es enemigo, pero el hecho de aparecer por aquí y sin permiso ya es motivo de disputa. La zona amarilla es su zona de movimiento y le impedimos seguir adelante al tener un ejército en un puente junto a Córdoba, y hacia África al tener uno de nuestros Fuetes cortandole el paso. Sólo puede marcharse por donde ha venido, por el Este. Tiene bastantes tropas y esto significa que es potente pero también que tiene un gasto de mantenimiento considerable y en esto último se basa esta estrategia ya que en algunas situaciones puede ser más efectivo que no eliminemos las tropas del contrario sino dejarlas inutilizadas y haciendo un gasto considerable a su propietario. La estrategia se basa en utilizar Fuertes para bloquear los movimientos de este ejército contrario y así eliminar la posibilidad de que se hagan con los enclaves Rebeldes de la Península y darles tiempo á nuestros ejércitos para que sean ellos los conquistadores.
Con esta estrategia tal vez adivinemos cuales son las verdaderas intenciones que tiene este ejército y quizás se atreva a atacar uno de nuestros Fuertes. Si esto ocurre no tendrá más remedio que comenzar un asedio ya que no dispone de maquinaria, y entonces lanzaremos a las tropas de los demás Fuertes en apoyo. Me gusta defender los enclaves no desde el interior de éstos sino colocando ejércitos en los accesos, como puentes o vados. Los enclaves son demasiado grandes y el asalto puede llevarse por distintas partes mientras que en un puente o vado el ejército contrario, aunque sea muy numeroso pierde efectividad. Algo parecido a la estrategia de Leónidas en las Termópilas. Suelo dejar los enclaves solamente con una tropa de campesinos y ubicar ejércitos en las zonas comentadas y que lleguen rápidamente en su ayuda en caso de que se produzca un asedio. De esta manera también me he a costumbrado a que la estabilidad del enclave dependa de él mismo, no de las fuerzas que tenga situadas en el interior porque puede que esas fuerzas me hagan falta, tenga que sacarlas y el enclave se rebele. De todas maneras, es la estrategia que ahora mismo sigo y puede que un futuro modifique algo o la cambie por completo.
Fig 4. En la imagen se aprecia como hemos limitado con un nuevo Fuerte la zona de movimiento del ejército contrario. Al llevar a cabo esto de los Fuertes, nos daremos cuenta como falla el juego, porque cuando movemos a uno de nuestros Generales para su construcción a veces no se nos permite. En unas zonas sí, en otras no, y mientras vamos buscando un sitio adecuado agotamos los movimientos y la estrategia se va al carajo, así que debo debo cargar de nuevo la partida hasta que el programita decida concederme la licencia de obras. De momento no he encontrado una manera segura de saber donde se pueden construir Fuertes y donde no. Si la estrategia sale bien, y cuando hayamos conquistado toda la Península nuestro siguiente objetivo será atacar los enclaves costeros del dueño de ese ejército contrario que se ha atrevido a pisar nuestro suelo, y será por lo dicho, porque estarán haciendo un gasto inútil con tropas de conquista que no permitimos que conquisten y por lo tanto sus arcas no deberían estar muy llenas y por ello su capacidad militar no debería ser muy fuerte.
Fig 5. En esta imagen se muestra la zona de movimiento de ejército contrario que ha quedado atrapado al construir un nuevo Fuerte. En cada uno de ellos tenemos una sola tropa que sin son atacadas serán apoyadas por las restantes. Tenemos un buen ejército en el puente que iremos engrosando a medida que pasan los turnos. Para concluir decir que nada es fijo y por lo tanto esta estrategia puede variar según las condiciones que se den, como por ejemplo el tipo de ejército o el volumen de nuestras arcas, puede incluso que dependiendo de como hayamos llevado la campaña no dispongamos de bastantes efectivos en el puente y este ejérctio contrario le de por atacarnos. De una manera u otra lo importante es saber que a mayores posibilidades tácticas más entretenido es el juego y mayores posibilidades de victoria tendremos.
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